Ejemplos:
El cuerpo necesita oxígeno para llevar a cabo sus funciones naturales, para pensar, para resolver problemas e incluso para relajarse. Cuando estamos estresados respiramos con rapidez. Tomamos aire en menor cantidad pero más deprisa y con menor profundidad. Seguimos tomando el oxígeno que necesitamos, pero de este modo, el organismo consume más energía de lo que haría normalmente.
Muchos de los músicos que tocan instrumentos de viento intentan emplear la técnica de respiración del trompetista Louis Armstrong. Armstrong tocaba la trompeta sin pararse para respirar. En cambio, respiraba continuamente por la nariz y exhalaba por la boca mientras tocaba la trompeta. Hoy en día, el saxofonista Kenny G. emplea este método para sostener las notas durante un tiempo asombrosamente largo. Incluso los cantantes se concentran en su respiración para que no se note cuando toman aire mientras cantan.
Los atletas siempre están en la regulación de la respiración. Los corredores intentan establecer un ritmo para reducir la sensación de estar sin aire. Los nadadores practican las técnicas de respiración para aumentar su capacidad pulmonar mientras bucean o nadan con la cabeza debajo del agua.
